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La reina Isabel II asistió a su primer compromiso público tras estar ausente por problemas de salud

Tras varios meses de estar ausente en eventos públicos por problemas de salud, la reina Isabel II de casi 96 años hizo su primera gran aparición en público en casi seis meses este martes en una misa en Londres para honrar a su difunto marido, el príncipe Felipe.

La lista de invitados a la ceremonia incluye a los reyes Felipe y Letizia de España y Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda. También habrá una docena de casa reales y antiguas monarquías de Europa y Medio Oriente.

La salud de la reina es motivo de preocupación desde que los médicos la obligaron a guardar reposo en octubre. Además, pasó una noche hospitalizada para someterse a «pruebas» cuya naturaleza nunca se especificó.

En los últimos meses renunció a participar en numerosos actos relevantes, apareció caminando con bastón y reconoció que le cuesta «moverse».

Con los ojos puestos en su estado, la soberana en febrero cumplió 70 años en el trono y el 21 de abril soplará 96 velas. Isabel II debía hacer su reaparición en público hace dos semanas, para el Día de la Mancomunidad británica.

Pero tres días antes anuló su participación, según la prensa por su dificultad para desplazarse y su negativa a hacerlo en silla de ruedas.

La misa de este martes tiene sin embargo un carácter muy personal, pues homenajea al hombre con quien estuvo casada 73 años.

Felipe falleció el 9 de abril, con casi 100 años, y en plena pandemia solo 30 invitados pudieron acudir a un funeral restringido. El hecho dejó la impactante imagen de una reina sentada completamente sola.

Recordando su mirada «traviesa» y su «sonrisa familiar», la monarca reconoció en su mensaje de Navidad lo mucho que «echaba de menos» a su esposo.

Con todas las restricciones levantadas, esta ceremonia «incorporará elementos previstos para el funeral del Duque de Edimburgo, que no pudieron llevarse a cabo», precisó el Palacio. Estos incluirán coros y presencia militar en una abadía decorada con flores rojas, blancas y azules.

La muerte de Felipe dejó un «enorme vacío» en la vida de Isabel II. La monarca ahora tiene que capear sola las incesantes crisis que socavan la popularidad de la realeza.

Su tercer hijo, Andrés, de 62 años, cerró recientemente con un millonario acuerdo financiero una demanda civil en Estados Unidos por agresión sexual a una menor. Retirado de la vida pública debido a este escándalo, hará una rara aparición en la ceremonia en honor de su padre, junto a sus hijas Beatriz y Eugenia y los maridos de estas.

La gran ausencia correrá a cargo del príncipe Enrique, de 37 años, que sacudió a la familia real cuando él y su esposa Meghan anunciaron en 2020 que abandonaban sus funciones reales.

Hace un año, viajó solo al Reino Unido para el funeral de su abuelo. Pero en esta ocasión no hará el desplazamiento en medio de un diferendo con el gobierno británico por su rechazo a darle protección policial oficial.

Esta gira buscaba enviar una señal fuerte en vísperas del jubileo de platino de su abuela. Sin embargo, se vio empañada por las protestas de quienes exigían disculpas por el pasado esclavista británico.

Los grandes festejos del jubileo, del 2 al 5 de junio, buscarán reavivar el amor de los británicos por su deslucida monarquía. Pero antes, es posible que Isabel II delegue en su hijo Carlos, de 73 años, el tradicional discurso que da inicio a la nueva sesión parlamentaria, previsto para el 10 de mayo y que también podría eludir debido a su salud.

 

 

 

 

Noticia de: El Nacional.

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