Gracias a sus propiedades anti inflamatorias y antioxidantes, la cúrcuma, que se ha utilizado para tratamientos ayurvédicos por siglos, finalmente está recibiendo la atención que se merecía. Y te encantará saber que no sólo es buenísima para cocinar, sino también para tu salud y tu rutina de belleza.
- Brillo a la piel:La cúrcuma ayuda a regular el sistema inmunológico y reduce la inflamación de la piel. Y dado que la piel es el órgano más grande del cuerpo, es importante protegerla. En estudios recientes, se ha demostrado que la cúrcuma es un humectante y reduce la apariencia de arrugas y líneas de expresión. Incluso puedes hacer una mascarilla facial con miel y cúrcuma, pero si tu piel es sensible, mejor ni te arriesgues.
- Es un détox natural:Elimina las toxinas de tu cuerpo con un rico té de cúrcuma. Es bien conocido por purificar la sangre ya que remueve las toxinas de la sangre y mejora el funcionamiento de los riñones e hígado. En un estudio reciente, también se descubrió que los suplementos con cúrcuma alivian la resaca y desintoxican el hígado.
- Combate la gripa:La curcumina (sustancia encontrada en la cúrcuma) es un antioxidante fuerte, y ayuda a combatir la formación de radicales libres, los cuales básicamente destruyen las células saludables dentro del cuerpo. La próxima vez que te sientas vulnerable a la gripa, hazte un té de cúrcuma y combina un poco de leche, vainilla y, si puedes, un toque ligero de pimienta.
- Ayuda a la pérdida de peso:Esta especie mejora la resistencia a la insulina y acelera el metabolismo. ¡Y no es la única! La cayena, la pimienta y otras especies más pueden ayudarte a desaparecer esos kilos de más, pero la clave está en el equilibrio y, por supuesto, ¡en activar el cuerpo!
- Mejora la salud cerebral:Un estudio publicado en el Diario de Psicofarmacología, descubrió que la cúrcuma reduce la inflamación y mejora la circulación de la sangre que mejora la función cerebral. Y ya sabes, si algo es bueno para el cerebro ¡tienes que aprovecharlo!