Desde tiempos antiguos los anillos han sido utilizados como símbolos del matrimonio.
Estas prendas eran un regalo que le hacía el hombre a la mujer como símbolo de que confiaba en ella para ser una buena esposa. También era una señal pública de que la mujer estaba casada y no debía ser cortejada por otros hombres.
Los aros de matrimonio han evolucionado a lo largo de los años para convertirse en joyas con formas más modernas y prácticas, pero su antiguo simbolismo permanece intacto.
Existen varias corrientes que explican el origen de este objeto, la primera corre en los años de los bárbaros, los cuales usaban grilletes o argollas para capturar a las mujeres de otros pueblos y convertirlas en sus esposas.
Otra supone la utilización de los anillos por los egipcios, los cuales simbolizaban al amor como un círculo, ya que creían no tiene principio ni fin y además traspasa la muerte para acompañar al ser amado en la otra vida.
Por su parte, la vertiente de los romanos era que los hombres utilizaban un anillo para sellar cartas y otros elementos de importancia, ya que en él se encontraba su sello. De ahí devino la entrega del anillo de parte del hombre a la mujer como símbolo de promesa y confianza.
El anular. El cuarto dedo de la mano izquierda es donde se coloca el anillo. Los pueblos antiguos creían que ese dedo tenía una vena que llegaba directamente al corazón. El colocar la alianza en este dedo les recuerda, a hombres y mujeres, su amor. La mano izquierda también es, generalmente, lo que significa que causará menos molestias en el día a día.