En un mundo ideal, existiría una razón legítima para terminar una cita. Ya sea que estés incómoda, aburrida o deseando estar en casa viendo televisión, no tienes por qué estar socialmente cautiva por alguien que ni siquiera conoces.
Y por más decente que seas, hay veces en que ameritará terminar una cita desde el principio. Y no por ser mala onda, sino para no adelantarte a lo inevitable.
- Te ha mentido: No le debes nada a un mentiroso. Termina la noche si este chico consiguió la cita a base de mentiras. Por más lindo que sea y por más inocente que aparente, si inició una relación con mentiras, es muy probable que siga haciéndolo.
- Es sexista:O racista, o cualquier cosa que te haga sentir incómoda. ¿Esperas que en la siguiente cita sea una persona completamente diferente? No importa qué tan guapo es, si no es capaz de respetarte, no merece ni tu tiempo.
- Es grosero con todos, menos contigo:Tratar a un mesero como cualquier persona es despreciable, y es una conducta que eventualmente emergerá en su relación y contigo. No pongas atención a personas así, y mucho menos si lo hacen sin razón alguna.
- No quieres verlo de nuevo:Hay que ser claras; una cita no debe ser completamente mala desde principio a fin. Solo porque esta persona no haya sido mala contigo, no quiere decir que se merece 5 horas de tu tiempo. Solamente trata de ser respetuosa y decente, pero también acelera el tiempo que vayan a tener juntos.
- Te sientes incómoda:Quizá esto no tenga nada que ver con la persona, tal vez sólo estés algo ocupada o te sientas mal del estómago, pero si te sientes incómoda, no vale la pena ni siquiera salir de casa. ¿Y si esta persona vale la pena? ¿No merece verte en tus 5 sentidos y de buen humor?
- Simplemente porque quieres:Nadie le debe nada a nadie durante la primera cita. Por ejemplo, cuando 2 perros se conocen, ambos se huelen por ahí atrás y, o juegan juntos, o cada uno sigue su camino. Si de plano este chico no te gustó en lo absoluto, sé honesta contigo misma: ¿quieres estar ahí? Es una cita… hay que ser respetuosa del tiempo de ambos. No lo hagas luchar por algo que ni siquiera le darás chance de ganar.