Paul McCartney parece estar hoy más dispuesto que nunca a ganarle todas las batallas al tiempo. En un momento en el que las personas de su edad optan por cuidarse para evitar cualquier exposición al riesgo de covid-19, el ex Beatle no para.
A los 78 años de edad, además del lanzamiento de su nuevo álbum, concebido y grabado durante la cuarentena, acaba de confirmarse que prepara una ambiciosa serie documental de seis episodios que promete convertirse, a juzgar por las primeras imágenes reveladas, en el más exhaustivo recorrido en primera persona por toda su extensa y fecunda carrera.
El anuncio coincide con el comienzo de las negociaciones para la venta de los derechos, que con toda seguridad serán adquiridos por alguna plataforma de streaming. Se descuenta que la serie será emitida en algún momento de 2021. El proyecto está a cargo del propio McCartney y Rick Rubin, uno de los más importantes productores discográficos del mundo, responsable entre otros proyectos de la etapa final de grabaciones de Johnny Cash, además de sus trabajos con Adele, Aerosmith, Metallica, Red Hot Chili Peppers y más recientemente Linkin Park, The Strokes y Ed Sheeran.
En las primeras imágenes conocidas en las últimas horas, McCartney y Rubin aparecen en blanco y negro dentro de un estudio de grabación dispuestos a charlar y a recrear (desde la escucha y en vivo) algunas de las grandes creaciones del ex Beatle. En ese minuto y medio lleno de anticipos y revelaciones, el documental (todavía sin título) promete una mezcla virtuosa entre conversaciones, grandes momentos musicales del pasado, reflexiones sobre la composición de algunos temas icónicos (“Come Together”, “Michelle”, “Live and Let Die”), recuerdos familiares a partir de grabaciones caseras e imágenes de archivo de distintas épocas, en especial junto a Lennon, Harrison y Starr.
Según se anticipó en el sitio Deadline, será la primera vez que los másters originales de las canciones de McCartney dejan los estudios Abbey Road. En el primer anticipo vemos cómo Rubin y McCartney los escuchan, trabajan y reflexionan alrededor del sonido y el propio músico se anima a agregar nuevos aportes a esos clásicos desde el teclado, el bajo y hasta tocando la batería.