El año pasado Kiko Rivera, hijo de Isabel Pantoja y fruto de su relación con el torero Francisco Rivera, encontró en Cantora una habitación con los objetos que Paquirri le dejó a él y a sus hermanos, Francisco y Cayetano, y que la tonadillera aseguró que habían sido robados.
Desde entonces, el Dj se unió a sus dos hermanos, fruto de la relación del torero con Carmina Ordóñez, en la lucha para recuperar los objetos de Paquirri, que por ley les pertenecen.
Esta semana una reportera de El Programa de Ana Rosa acudió a Cantora y pudo constatar que en la propiedad de la tonadillera hubo mucho movimiento, personas que ingresaban y salían. “Isabel Pantoja recibió tres visitas, de dos hombres y una mujer, que llegaron a lo largo de la mañana y se quedaron hasta bien pasada la tarde”, indicó.
Y agregó: “Sabemos que las personas que fueron no eran abogados, notarios ni nada parecido. Antes de que termine el mes de febrero, quizás, los hermanos Rivera e Isabel Pantoja lleguen a un acuerdo”.
En el programa la reportera opinó que, probablemente, la artista ceda y decida entregar ciertos enseres de Paquirri a sus hijos. Esta información la confirmó Joaquín Moeckel, abogado de Francisco y Cayetano. “La situación ha avanzado un poco, parece que abrió una línea de diálogo cordial con los abogados e Isabel Pantoja para intentar dar una solución sin juicio”, dijo.
El abogado indicó que su objetivo principal es recuperar los enseres de Paquirri, y que por el momento realizaron una petición por vía extra oficial, para no demandarla, pero no sabe si la tonadillera aceptará.
Hace 26 años Isabel Pantoja denunció el robo de dichos objetos después de que un juez determinara que se tenían que repartir entre los tres hijos del torero. Sucedió tras el pleito interpuesto por Carmen Ordoñez para defender los intereses de sus dos hijos.
Si Isabel Pantoja no arregla amistosamente esta situación con Francisco y Cayetano Rivera, y estos finalmente se querellan contra ella, la tonadillera podría enfrentarse a tres delitos tipificados en el código penal, explicó el abogado el año pasado. “El primero, por denuncia falsa al presuntamente demandar el robo de esos bienes que seguiría atesorando. El segundo, por apropiación indebida por supuestamente retener esos objetos que un juez determinó que se tenían que repartir entre los hijos del torero. Y el tercero sería por desobediencia judicial, al no cumplir la sentencia que la obligaba a entregar esos bienes”.
Además, las penas de cárcel en el delito de apropiación indebida prevén agravantes si los bienes en cuestión son patrimonio artístico, histórico o cultural, como podrían ser los objetos de Paquirri.