Tras el nacimiento de su segunda hija, a la que ha llamado Saint West, la diva de la televisión no ha dudado en someterse a las operaciones de estética y tratamientos que sean necesarios para volver a recobrar su espectacular figura llena de curvas.
Esto ha provocado el enfado de algunas asociaciones por entender que es una manera de desmerecer el cuerpo femenino tras el embarazo.
Y en este caso Kim Kardashian lo tenía muy claro, y además de estar aplicándose un tratamiento con cápsulas confeccionadas con su propia placenta, ya tiene confeccionado un plan de choque para volver a ser la exuberante mujer que todos conocemos. Y no la saldrá barato.
Fuentes cercanas afirman que serán alrededor de diez tratamientos entre los que se encuentran cirugías. Y es que Kim Kardashian llegó a coger 25 kilos de peso por un problema hormonal que padece en los momentos de embarazo, que la hacen entre otras cosas retener gran cantidad de líquidos.
Detallar que entre los tratamientos destacan liposucciones varias, láser frío, bótox a discreción o el temido blanqueamiento ‘vampírico’ que mediante la inyección de sus propias plaquetas consigue una imagen casi fantasmal. Toda una artista.