La polémica involucra a la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), entidad encargada de promover la cultura de ese país en el mundo, y que invirtió cerca de 250 mil dólares en la grabación del video del cantante Enrique Iglesias.
Según Gustavo Him, administrador de la ATP, el apoyo a esa producción, es una “forma indirecta de promocionar el país e incentivar la participación de artistas panameños a nivel internacional”. Además lo que se promociona en los vídeos son los atractivos naturales y turísticos que tiene la nación.
De igual forma, Him indicó que el aporte fue realizado, dado que las personas que trabajaron en el vídeo (tanto bailarines como modelos) fueron todas de este gentilicio. Dubái, Perú y Ecuador eran otras de las locaciones en las que se pensó hacer la producción, pero finalmente salió favorecido el territorio panameño.
Por ahora, Enrique Iglesias no se ha pronunciado ante el inconveniente.