El cantante argentino ha estado viviendo los últimos meses entre Buenos Aires y Miami, desde donde contesta a El Mercurio, confinado en su casa. Desde allá estrenó el pasado lunes una nueva versión del himno a la resiliencia en que se transformó el tema que definió su carrera, una grabación esta vez reforzada por una selección hispanoamericana de artistas, entre ellos, Diego el Cigala, Thalía y Rubén Blades, que presentó con un objetivo solidario para ayudar a los afectados por la pandemia de covid-19.
Una lectura también enriquecida musicalmente, pero que recibió comentarios negativos por lo recurrente de su uso frente a las adversidades en estas últimas dos décadas, en plataformas como Twitter.
«Si tuviera otra edad, a lo mejor estaría peleándome por las redes. Pero a esta altura de la vida no y menos en una pandemia donde la gente puso ‘Color esperanza’ otra vez como una bandera«, señala Diego Torres, quien pese a las críticas virtuales, dice comprender que existan personas que reaccionen de forma negativa a la canción. «Entiendo que haya gente a la que no le guste ‘Color esperanza’ o les haya cansado, porque a mí también me ha pasado, como a todos en algún momento, algo puede cansar. En la vida, todo es un ciclo y después otra vez te das cuenta de cuánto valor tiene una canción y lo mágico que puede generar«, plantea.
Pero Torres también le quita gravedad a esta situación y cuenta que incluso retuitea los comentarios que le causan gracia. «Si tienen humor, está todo bien«, dice y prefiere enfocarse en lo positivo. «Esta es una canción muy amada y muy especial, como todas las historias de vida con las cuales me encontré, me encuentro y me seguiré encontrando gracias a lo que provoca«.
El cantante argentino trabaja en un nuevo disco con temas que, señala, estarán influidos por la pandemia. «Tienen que ver con estos momentos de vulnerabilidad que estamos atravesando«, señala.