Demi Moore es la protagonista de una nueva serie erótica titulada Dirty Diana. La ficción, emitida en formato podcast, se estrenó el pasado 13 de julio en Spotify, Apple Podcasts y otras plataformas de audio.
La actriz estadounidense, que también participa como productora ejecutiva, da voz al personaje principal, Diana, una mujer atrapada en un matrimonio que no mantiene relaciones sexuales y cuyo escape es grabar las fantasías de otras personas, como parte de un proyecto secreto que se irá develando a lo largo de seis episodios.
La historia, en la que Melanie Griffith, Lena Dunham y Lili Taylor interpretan distintos papeles, busca demostrar un punto especialmente interesante en contexto pandémico: que el sexo no necesariamente tiene que ser visual.
Hay una conexión especial entre Moore y su personaje. “Yo también he tenido dos lados de mí misma”, confesó la actriz en una entrevista con la revista Vogue, junto a la escritora Shana Feste. “Uno de ellos parece mostrarme con confianza, pero cuando hice cosas en las que me tuve que vestir y sentir sexy, siempre sentí una extraña incomodidad”.
Para Feste, la ficción también es personal. “Creo que tu vida sexual refleja el estado de tu matrimonio, y mi esposo y yo estábamos teniendo un momento realmente difícil”, compartió la escritora. “No habíamos tenido sexo en un año, y recuerdo haberme quedado dormida con él un domingo a la noche y pensar: ‘¿No sería genial si viéramos una serie que realmente nos hiciera querer tener sexo?’. El típico porno no me excita. Necesito una buena historia, que se sienta sincera”.
Dirty Diana retrata el deseo desde un punto de vista feminista. “Si queremos un balance, si queremos igualdad, entonces tenemos que crearla. Ya fue suficiente con que ‘los hombres son más físicos y las mujeres más emocionales’, la realidad es que todos somos ambas. Hemos sido categorizadas por nuestro atractivo en función de la fertilidad, pero nuestro deseo no está limitado a nuestros años fértiles, tenemos que entenderlo”, se pronunció la actriz de 57 años.
Sobre el formato de la serie y sus particularidades, Feste explicó: “Es asombroso lo que ellas pueden transmitir solo con su voz. Como directora, estoy dirigiendo orgasmos por primera vez”.
«Lo bueno de que solo sea en audio es que es como hacer algo con tus ojos cerrados. Había cierta seguridad que hizo que todo fuese más íntimo. No se sintió esa vulnerabilidad de estar expuesta físicamente”, completó Moore. “Realmente tuvimos que escucharnos entre nosotras. Hicimos todo a través de Zoom. Yo estaba en mi baño, y las otras estaban en sus armarios, porque todas teníamos que estar en espacios cerrados”.