Aunque pueda parecer contradictorio, elevar las pulsaciones cuando se sufre hipertensión no es perjudicial. El ejercicio físico ayuda a reducir los niveles de tensión arterial, mejora la forma física y reduce los factores de riesgo que provocan enfermedades crónicas.
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, el ejercicio físico es ideal en el tratamiento y prevención de la hipertensión, gracias a que ayuda a disminuir los niveles de presión arterial. A continuación, te explicamos algunos ejercicios físicos que puede realizar un paciente con hipertensión arterial
Ten en cuenta que antes de comenzar un programa de ejercicio físico debes consultar a tu médico para que te de medidas adicionales para cuidar tu salud.
1. Montar en bicicleta
Es recomendable realizar ejercicios de forma moderada, que sean aérobicos e impliquen a grandes grupos musculares.
Este ejercicio físico es ideal como entrenamiento de resistencia. Fortalece el sistema cardiovascular, el metabolismo y el sistema inmune. Además, tonifica los músculos de las piernas y de la espalda y no se sobrecargan las articulaciones.
La presión arterial aumenta inicialmente durante el entrenamiento, aunque a largo plazo cae hasta su nivel más bajo.
2. Bailar
Esta actividad física es un excelente complemento para los tratamientos médicos. Mejora la capacidad cardiovascular, disminuye los niveles de colesterol y de presión arterial. También disminuye el estrés, el cual es uno de los detonadores de la hipertensión.
3. Caminar
Los beneficios para la salud del senderismo son indiscutibles. La quema de calorías, el aumento del tono muscular o el mantenimiento de la masa ósea son algunas de las propiedades que tiene para el organismo.
Como comenta el Dr. Alberto López Rocha, médico de Atención Primaria, quien igualmente subraya que ayuda a controlar la hipertensión, mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad y el estrés.
4. Correr
Este ejercicio físico eleva el colesterol bueno, reduce los coágulos en la sangre, mantiene el corazón en buen estado, acelera el metabolismo y reduce el riesgo de padecer hipertensión.
5. Nadar
Además de los beneficios para la salud cardiovascular, nadar reduce el estrés y la ansiedad, lo que mejora nuestra salud general.
Crol, braza, mariposa o espalda. Cuatro estilos que se adaptan a cada tipo de persona y sus necesidades. Los beneficios comunes de la natación pasan desde el aumento de la resistencia cardiorrespiratoria hasta la rebaja de la frecuencia cardíaca y la consecuente estimulación de la circulación sanguínea.
Por otro lado, hacer unos cuantos largos al día también ayuda a mejorar el estado de ánimo, ya que contribuye a reducir el estrés.
Así, si la hipertensión es una de tus preocupaciones, optar por un estilo de vida saludable donde la alimentación sana y el ejercicio físico tengan un hueco esencial, te ayudará a prevenirla. En cualquier caso, consulta con tu médico para resolver todas tus dudas.
Noticia sacada de Informe 21.