Una depilación puede obligarte a gastar mucho tiempo y demasiado dinero. Pero la alternativa, (hacerlo tú misma), puede ser increíblemente peligrosa. ¿Cómo se hace correctamente? ¿Es seguro? Y sobre todo, ¿qué pasa si metes la pata? Te damos unos consejos.
Tres tipos de cera
Dura: La cera dura es posiblemente una de las más populares. La derrites, la aplicas, dejas que enfríe y la arrancas. Típicamente tienes que calentarla en el horno antes de aplicarla.
Suave: La cera suave se derrite, se aplica y luego se coloca unas tiras de papel sobre la cera para arrancar el tratamiento. Este tipo de cera también se calienta en el microhondas.
Tiras ya hechas: Estas tiras ya tienen cera fría sobre ellas, y sólo tienes que colocarlas en la piel, frotar para calentarlas y arrancarlas. A comparación de las otras, ésta cera se calienta con las manos y es más efectiva en áreas pequeñas.
Lo que debes saber
Antes de comenzar, debes dejar que el vello crezca mínimo 1 centímetro. Exfolia y limpia correctamente el área. Si puedes, tómate un antiinflamatorio
Mientras depilas, aplica la cera en dirección del crecimiento del vello, coloca la tira firmemente y jala en dirección contraria al crecimiento del vello. Una vez que hayas arrancado la tira, instantáneamente coloca tu dedo o tu mano sobre la piel firmemente para evitar moretones.
Después de depilar coloca un aceite para aliviar el dolor, usa ropa holgada y aplica una crema humectante.
Los riesgos
El mayor riesgo y el más obvio es calentar la cera de más. Para evitar esto, es importante colocar un termómetro antes de aplicar la cera a la piel. Y también podrías probarlo en tu piel para checar la temperatura, pero la piel del bikini es más sensible que la del resto de tu cuerpo, así que tendrás que ser súper cuidadosa.
Por otra parte, remover la cera de la manera incorrecta podría provocar vellos encarnados y dejar moretones. De igual manera, NO puedes depilar la misma área en una misma sesión ya que causa irritación, quemaduras y accidentes.
Nunca te depiles justo antes de tu periodo menstrual, ya que la piel está más sensible y es más propensa al dolor.