Hace unos días, Oriana Sabatini subió a sus redes una publicación, resaltando las imperfecciones de su cuerpo, para confesar que desde hace 10 años sufre de trastornos alimenticios. Por primera vez, y tras la repercusión del video en los medios, su madre, Catherine Fulop, contó cómo fue acompañar a su hija en ese difícil momento.
“Siento que fue una confesión de ella y pertenece a ella. Como padres lo hemos sufrido junto a ella. Al ver su publicación, nos movilizó mucho y nos tomó por sorpresa. Se lo quise respetar y no sabía qué decir. La que está autorizada para hablar es ella”, comentó Fulop en el programa de televisión Los ángeles de la mañana.
En cuanto a cómo reaccionó tras ver el video, comentó: “Hablé enseguida con ella. Ese día hicimos como tres videollamadas, quise que sintiera que estábamos con ella y la apoyábamos en su decisión”. Y al hacer referencia a las críticas, opinó: “Ella es una diosa y pensé: ‘Qué fuerte que alguien critique a una chica que está desnudando su alma’. Para mí fue muy movilizante. Hay que ponerse en los zapatos del otro y de lo que está sufriendo”.
Algunas por demasiado flacas, otras por tener algunos kilos de más, la venezolana remarcó la importancia de este mensaje para todos aquellos que sufren alguno de estos trastornos. “Que diga lo que le pasa es maravilloso. Lo que me alegra es que esto le sirva a chicas adolescentes. Creo que en su momento ella necesitó un referente. Había un libro, Abzurdah, de Cielo Latini, que era su guía. Ella me lo pidió, y yo se lo compre y no me di cuenta lo que pasaba. A veces lo padres tenemos que tener cuidado y estar más atentos”, señaló.
Al confesar que tanto a ella como a su marido, Osvaldo Sabatini, les costó darse cuenta de esta situación, Fulop contó cómo acompañaron a su hija en ese momento. “Por suerte está rodeada de mucho amor. Uno a veces como padre se siente impotente. Tenía un grupo de amigas hermoso que nos advertía pero uno no terminaba de darse cuenta. Tratábamos de apoyarla, pero como nunca fue ni gorda ni flaca, no llegábamos a darnos cuenta que había un problema”, indicó conmovida.
“Era muy difícil porque uno no terminaba de darse cuenta porque ella lo negaba o lo ocultaba. Yo a su edad era más flaquita que ella, por eso no me llamaba la atención. Después ella empezó a pedir ayuda, íbamos a una nutricionista. Y de más grande pudimos hacerla entender. Cuando lo negaba, ya estábamos más atentos. Ella ahora tiene 24 años y una pareja que la está acompañando. Nosotros estamos conectados como familia para acompañarla”, agregó.
Enseguida, Fulop reconoció el hecho de cómo tener una madre como ella pudo haber afectado a su hija durante la adolescencia. “Yo creo que eso para ella debió haber sido muy duro. Uno lo hace sin querer, pensando que le das el ejemplo. En casa nunca fue una obsesión la comida. Había de todo, desde comida chatarra hasta saludable. Yo soy súper comilona, me encanta el pan, me gusta comer de todo y me tengo que controlar. Pero sé que las madres somos el gran trauma de nuestros hijos”, confesó.
«También hay mucha influencia externa y mucha presión. Su generación ha tenido que lidiar con esto de las redes sociales y de que todo se viralice. Ha sido fuerte para nosotros tener que lidiar con los millenials y aprendimos en el camino. Ojalá que esto le sirva a muchos que están pasando por esto. Todos tenemos virtudes y defectos, lo importante es aceptarse como uno es”, concluyó intentando que el mensaje de su hija sirva de ayuda para muchos.