Caracas 23 de noviembre de 2022.
Dos meses y medio después de la muerte de Isabel II, la visita de Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, al Reino Unido ha vuelto a ofrecernos la oportunidad de ver toda la pompa de la monarquía británica.
Por primera vez desde que es rey, Carlos III ha ejercido de anfitrión en una visita de estado, algo que no sucedía en Londres desde antes de la pandemia.
En la ceremonia de bienvenida con los Príncipes de Gales, en la que Kate Middleton por fin ha podido abandonar el luto y regresar a sus coloridos atuendos, la princesa destacó con un abrigo-vestido de Emilia Wickstead en color púrpura con sombrero tipo pillbox a juego. Además lució por primera vez el broche de las plumas del príncipe de Gales, una joya de diamantes con una lágrima de esmeralda que perteneció originariamente a la reina Alejandra en su época de princesa de Gales, y que Kate Middleton ha combinado con unos pendientes de la princesa Diana.
Después el presidente sudafricano se encontró con los reyes, quienes ofrecieron un acto militar en el que participaron mil soldados y a continuación disfrutaron de un almuerzo.
Allí pudimos ver a Camilla Parker con un abrigo azul a juego con su sombrero, un broche de brillantes y los pendientes de perlas y diamantes que llevó el día de su boda civil con el actual rey.
Pero el plato fuerte llegó por la noche, con el primer banquete de estado desde el cambio de monarca y en el que la reina Camilla se estrenaba también como anfitriona e ba a lucir su primera tiara en su nuevo papel real.
La actual reina lo apostó todo al azul para combinar con las piedras preciosas de la diadema, con un vestido de Bruce Oldfield con encaje, y otros accesorios reales en el mismo tono, como la banda de la Orden de la Jarretera, o la estrella de dama Gran Cruz de la Real Orden Victoriana.
Además usó un collar perteneciente al set conocido como Suit victoriana del rey Jorge VI, un regalo del rey Jorge a su hija, la entonces princesa Isabel, por su boda en 1947. Aunque Camilla no utilizó los pendientes que pertenecen al conjunto, en forma de lágrima, sino uso más pequeños con un zafiro redondo.