El divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt ha sido uno de los más arduos y complicados de la historia de Hollywood y al parecer existe una nueva batalla legal con respecto a una de las propiedades de ambos artistas. El motivo de su disputa es la fabulosa residencia en la Provenza francesa, el Château Miraval, donde la pareja adquirió unos viñedos y una finca valorada en 140 millones de euros y donde se casaron en agosto de 2014.
El actor asegura que ambos acordaron que ninguno vendería su parte del castillo francés sin el consentimiento de la otra parte. Sin embargo, la actriz de Maléfica decidió vender su parte al empresario ruso Yuri Shefler después de recibir una autorización legal para poder vender sus acciones de la mansión.
Meses atrás Jolie había acusado a su exmarido de bloquear la venta de los viñedos y tras interponer una demanda logró que un juez retirara la orden temporal que evitaba que una de las partes pueda tomar decisiones financieras sobre sus propiedades durante el proceso de separación.
Los documentos judiciales que ha presentado Brad Pitt ante el tribunal Superior de Los Ángeles, señalan que «Jolie consumó la supuesta venta sin el conocimiento de Pitt, negándole a Pitt el derecho de consentimiento que le debía y el derecho de preferencia que su entidad comercial le debía a él. Ella vendió su participación con el conocimiento y la intención de que Shefler y sus afiliados buscarán controlar el negocio al que se había dedicado el actor y socavar la inversión de Brad en Miraval».
En estos mismos documentos, señala que en 2013, «Jolie dejó de contribuir por completo» en las reformas, mientras que Pitt «siguió invirtiendo millones de dólares en la propiedad». No obstante, en enero de 2021, «Jolie le informó a Pitt por escrito que había tomado una ‘decisión dolorosa, con gran pesar'», alega la demanda. «Jolie explicó que había comprado Miraval con Pitt como un negocio familiar y como el lugar donde creía que envejecerían juntos. Sin embargo ella «ya no podía mantener ninguna posición como propietaria en un negocio a base de alcohol dadas sus objeciones personales».
Desde entonces, el actor inició una serie de negociaciones para comprar la parte de su exmujer, pero en octubre de 2021, la división de vinos de Stoli Group, Tenute del Mondo, anunció que había comprado la participación del 50 por ciento de Jolie en la finca y los vinos que produce, siendo el negocio controlado por el empresario ruso Shefler.
Esta venta fue una total sorpresa para el actor y a raíz de esa decisión decidió demandar a su ex pareja ya que afirma «que no puede usar el Château como su hogar privado y no podrá supervisar el negocio en el que invirtió tantos millones».
En la demanda se añade que Angelina se benefició de la increíble cantidad de trabajo, tiempo y dinero invertidos por el intérprete y sus socios comerciales en el crecimiento de la marca y «busca recuperar ganancias inesperadas no ganadas por ella mientras inflige daño gratuito a Pitt».
«Hace mucho tiempo que Jolie dejó de contribuir con Miraval, mientras que Pitt invirtió dinero y sudor en el negocio del vino. Jolie busca apoderarse de ganancias que no ha obtenido y de la devolución de una inversión que no hizo”. Además, «la supuesta venta priva a Pitt de su derecho a disfrutar de su casa de forma privada y a supervisar un negocio que desarrolló desde cero», es lo que refleja el contenido de la demanda interpuesta por el oscarizado actor de Érase una vez en Hollywood y que ha sido publicada en Page Six.
Fuente: ¡Hola! La Revista.