Cuatro minutos le bastaron con la corona para estar en boca de todos y eso lo agradece la colombiana Ariadna Gutiérrez, que poco tiempo tuvo para sentir el peso de la corona del Miss Universo antes de entregarla a su verdadera dueña, Filipinas.
Cuando el presentador Steve Harvey admitió que había leído mal la tarjeta y la ganadora del certamen era Pia Wurtzbach “pensé que se trataba de una broma, porque al final de todo él es comediante. Para mí el show ya había terminado”, confesó Gutiérrez en una entrevista con el canal brasileño Globo transmitida el domingo en la noche.
“Yo me había preparado mucho para ese momento y de un minuto a otro, chao, se acabó. Quedé muy triste”, agregó la joven de 22 años, que se sentía favorita. “No era un secreto para nadie”, lanzó.
Gutiérrez, que sigue en Estados Unidos, llegó a recibir la corona, la banda, las flores, una pequeña bandera de su país y hasta tuvo tiempo de saborear los aplausos. Pero cuatro minutos después, su compatriota, la entonces Miss Universo Paulina Vega, regresó para quitarle la joya y entregársela a su legítima dueña.
El incidente tuvo su lado positivo y una avalancha de contratos y oportunidades de trabajo le llegaron a la modelo.
“Tenía que superar ese momento, ahora todo el mundo acompaña lo que hago, tenía que dejar de lado lo que pasó y seguir mi camino, mi sueño era que todo el mundo me conociera y se logró”, afirmó Gutiérrez, que no le guarda nada de rencor a Harvey.
“Le agradecería en este momento, fue por ese error que están hablando de Colombia, muchas puertas se abrieron, oportunidades que tal vez no tendría si fuera Miss Universo”, admitió.