¿Qué sería de nosotros si fuéramos perfectos? Realmente la vida sería algo aburrida, especialmente en pareja. Eso de “él es el hombre perfecto” es mentira, porque siempre encuentras algo en su forma de ser o actuar que te saca de tus casillas.
Aquí hay algunas imperfecciones de tu pareja con las que puedes identificarte:
Lo malo: Duerme mucho. Lo bueno: Se despierta con mucha energía y no para hasta que se le vuelve a acabar el combustible. Ahora la que necesita una siesta para seguirle el paso eres tú.
Lo malo: No sabe cocinar. Lo bueno: Es divertido verlo dar lo mejor de sí para preparar la cena. Lo siguiente que escucharás es “¿Llamamos a la pizzería, amor?”.
Lo malo: No tiene mucho dinero. Lo bueno: La falta de recursos hace que se ponga creativo para buscar una manera divertida de pasar el rato contigo, como salir a montar bicicleta, de picnic o compartir un helado como adolescentes.
Lo malo: Le gusta molestarte después de entrenar. Lo bueno: Aunque te de asco que venga a abrazarte sudoroso apenas regresa de correr, no necesitamos decirte dónde terminarán la sesión de romance esa noche.
Lo malo: Tiene un aspecto terrible al levantarse. Lo bueno: El hecho de verse los dos tal y como son te da la libertad de ser tú misma. Bienvenidos sean los pijamas largos, el cabello enredado y la cara sin maquillaje.
Lo malo: Nunca se pasa de tragos. Lo bueno: Si bien él sabe que necesita el triple de alcohol, siempre está dispuesto a salir contigo y cuidarte.
Lo malo: Es descuidado. Lo bueno: Por más loca que te vuelvas cuando no se acuerda de hacer lo que le pediste o se olvidó de su aniversario, cada vez que tiene un detalle contigo se nota todo el esfuerzo que puso con tal de verte feliz.
Lo malo: No dice lo que siente. Lo bueno: Podrá ser un chico de pocas palabras, sin embargo te llena de ternura cada vez que te dice lo mucho que te quiere porque sabes que lo hace del corazón.