El actor venezolano Edgar Ramírez, durante su infancia, fue victima de bullying por parte de sus innumerables compañeros que tuvo en los distintos colegios en los que estudió.
Debido a la carrera militar de su padre, Edgar pasó su infancia viajando de país en país. Si bien esto le permitió conocer muchas culturas y aprender varios idiomas, también le tocó enfrentar el rechazo de muchos compañeros de clases o «matones de escuela», como él los llamó en una entrevista que ofreció para una reconocida revista.
Sin embargo, el venezolano no se dejaba amedrantar. “Siempre le plantaba cara a los abusones, no estaba dispuesto a soportar nada de nadie», afirmó, agregando que tuvo que vivir la experiencia del primer día de clase en, por lo menos, unas 13 o 15 veces y en culturas muy distintas.
Edgar admite que aunque se le «plantaba de frente» a los acosadores, en realidad no sabía pelear. Pero, paradójicamente, la vida lo llevó a interpretar un papel de boxeador, en «Mano de Piedra».