Si estás pensando en casarte próximamente, es muy probable que tú y tu galán tengan un par de pláticas a tener antes de decir el ‘sí’. Y no hablo sobre quién saca la basura o lava los trastes, sino sobre temas TAN importantes que podrían llevar su matrimonio al fracaso.
- Metas sexuales y expectativas: Cuando eran adolescentes podían tener relaciones TODOS los días, pero después de un par de años, será completamente normal un bajón de su apetito sexual. Aún así, ¿ambos lo saben? Porque igual y se deseen todo el tiempo, pero no podrán satisfacer sus necesidades sexuales en algún momento, ya sea por trabajo, falta de tiempo, hijos o demás. ¿Lo han hablado? ¿Están dispuestos a esperar?
- Dinámicas de familia: Ambos crecieron con ideales y costumbres diferentes. Es obvio que tienen diferentes niveles de cercanía con sus respectivas familias. ¿Y si tú galán y sus familiares tienen la tradición de pasar todas las vacaciones juntos? ¿Él está dispuesto a hacer sacrificios de vez en cuando, o nada en lo absoluto? Quizá tú hables con tu mamá 5 veces al día, o tal vez tu galán le pague toda la renta a su hermano mayor. Si tú y tu marido tienen diferentes ideas de cuánto tiempo gastar con la familia y qué tanta información divulgar con ellos, a la mera hora podrían verse en problemas.
- Hábitos financieros: Esta es la razón principal detrás de los divorcios… y con justa razón. El dinero es TODO un tema, si uno de ustedes gasta de más y el otro ahorra muchísimo, sus finanzas estarán en peligro y, con ellas, su relación. La meta es el equilibrio, y desde ahorita deberían platicarlo.
- Espacio compartido: Tu clóset no será el mismo cuando te cases. ¿Y si necesitas más espacio para tus zapatos? A nadie le gusta sentirse apretado en un espacio, así que tendrán que dividirse o quedar en un acuerdo. Lo mismo sucede con la organización del hogar, ¿quién va a hacer cuáles tareas del hogar, y cómo planean tener un orden? ¿Y si uno de ustedes es muy organizado y el otro súper flojo? Hay solución para todo, pero primero deben discutirla.
- Hijos: Así es la realidad: ¿hijos o no hijos? Y la discusión no termina ahí. En caso de que decidan procrear, tendrán que ponerse de acuerdo en cómo criar a los niños, cómo disciplinarnos, cómo lidiar conflictos familiares y más. Y… ¿si quedas embarazada por accidente? Este tipo de peleas podrían hacer o crear una pareja, así que sería bueno discutirlo desde ahorita.
- Trabajo y casa: Para la mayoría de nosotras, el trabajo es una necesidad, y más cuando hay planes grandes a futuro. Cuando se casen, ¿podrán tener un equilibrio entre sus vidas sociales, profesionales y de pareja? Si se comunican bien y hablan sobre sus expectativas, evitarán un desastre más adelante. ¿Y si uno de ustedes necesita mudarse por trabajo? ¿El otro está dispuesto a sacrificar su propia carrera o dejar a su familia?