A sus 77 años, la venezolana Carolina Herrera es la madre de las diseñadoras actuales. Es el rostro y las manos detrás del emporio internacional que lleva su nombre.
Acompañada de tonos en blanco y negro, es característica su falda en forma “A” con la que deja entrever la elegancia y optimismo que corre por sus venas desde que dejó de ser ama de casa para convertirse en la Diosa de la Moda.
María Carolina Josefina Pacanins Niño, su verdadero nombre, nació el 8 de enero de 1939; es hija del comandante Guillermo Pacanins Acevedo, gobernador de Caracas entre 1950 y 1958, y María Cristina Niño Passios, se crió en el seno de una familia acomodada en Venezuela, acostumbrada a las fiestas y las galas. A los trece años su abuela le presentó a Balenciaga y estaba acostumbrada desde pequeña a vestir con la Alta Costura. En su primer baile uso un vestido de Lanvin.
Se casó primero con Guillermo Behrens Tello, y tuvo con él dos hijas. En 1969 se unió con el aristócrata venezolano Reinaldo Herrera, editor de la revista Vanity Fair, con quien tuvo otras dos hijas. En 1971, a los 32 años, ya aparecía en la lista de las mujeres mejor vestidas del mundo
Uno de las claves de su éxito es que por más de 10 años fue la diseñadora única de la ex primera dama de Estados Unidos, Jacqueline Kennedy Onasis.
Desde 1981, cuando comenzó su carrera profesional, ha sido aceptada por el público anglosajón y europeo que la colocan como el mayor nombre latinoamericano en la moda.
Según la diseñadora, hay cinco prendas que no pueden faltar en tu armario:
-Una blusa blanca
-Un vestido negro
-Una pashmina
-Una cartera grande
-Un par de tacones
Para celebrar su cumpleaños #77, preparamos un listado con las lecciones de estilo y vida que nos ha dejado la venezolana.
La elegancia y el estilo no tienen nada que ver con el dinero
Verdadera creyente de que la mujer hace a la prenda y no al revés, Herrera siempre se ha encargado de infundir en sus seguidores que una chica elegante, no tiene nada que ver con el dinero que posee.
La educación es el principal vestido para la fiesta de la vida
Criada para ser la esposa de un marqués, Herrera aprendió desde pequeña que los modales, la inteligencia y el desarrollo profesional completo de una mujer son la clave principal para la vida, mucho más que la ropa o los accesorios, la educación intelectual y emocional son la llave.
La mujer sólo tiene un defecto: no reconoce lo valiosa que es…
Cuando tenía 42 años, Herrera, casada por segunda vez y con cuatro hijas, comenzó a aburrirse de su vida. Un día tomó la decisión de dejar de sentirse subvalorada y comenzó su propio imperio, primero haciendo sus diseños de ropa.
Las faldas son preciosas… Se mueven muy bien y son muy femeninas
Ellas hacen que las mujeres se vean realmente como mujeres. Herrera se ha distinguido desde que inició su emporio por prestar especial atención a ellas, a los detalles que hacen a una dama lucir como tal.
Yo amo la femineidad sin estridencias, con un estilo elegante que se fija en los detalles importantes
Destaca siempre la femineidad que pone en sus diseños, cree en la magia de las chicas y resalta el valor de vestirse como lo que se es, a diferencia de otros diseñadores.
Mi mejor venganza siempre ha sido sonreír como si nunca me hubieran lastimado
Herrera es una de las diseñadoras más famosas por el enfoque femenino de sus creaciones, porque nació como una aliada de las mujeres, cansadas de aguantar a sus maridos, buscando un desarrollo profesional y emocional que superará barreras de género.
Lo imposible no existe para una mujer, sólo le toma tiempo conseguirlo
Cuando estaba casada con el editor de Vanity Fair, Reinaldo Herrera, de quien tomó el apellido, Carolina se esforzó por construir un imperio, si bien las relaciones de su marido la ayudaron, ella sola inició su marca de diseños, que le costó tiempo y dinero posicionar, pero lo logró.
Quiero que las mujeres se vean realmente como las mujeres de hoy
“No como las del pasado y no como las del futuro, porque no sé lo que pasará en el futuro. La mujer de hoy es la que yo creo que es una mujer seductora.” así define a la mujer para la que van destinados sus diseñador.
Carolina no sólo nos da lecciones de estilo, también de vida y esta es una de ellas.
La profundidad de una persona no se mide por la huella que deja al pasar sino por la distancia que abarca su mirada.