El Museo Metropolitano de Nueva York (Met) inauguró el pasado lunes su nueva gran exposición de moda, una «antología» que analiza los dos últimos siglos de este sector en Estados Unidos a través de sus historias menos conocidas con la ayuda de casi una decena de directores de cine.
In America: an Anthology of Fashion reúne un centenar de prendas en salas que transportan al visitante a la época dorada de Nueva York a finales del siglo XIX, en una recreación de Sofia Coppola; o a la apodada batalla de Versalles de 1973 entre diseñadores estadounidenses y franceses, a ojos de Tom Ford.
Son dos de las estrellas de esta exposición, que es la segunda parte de una amplia muestra que comenzó el pasado septiembre con In America: A Lexicon of Fashion, y que estuvo acompañada por la conocida como Met Gala, la fiesta benéfica del año, que reúne a las celebridades del momento.
El curador del Instituto de Moda del Met, Andrew Bolton, que organiza la muestra, señaló que la anterior edición, Léxico, reflexionaba sobre la definición de moda estadounidense, mientras que Antología presenta «historias aisladas sobre el trabajo de diseñadores y modistas, muchas de ellas mujeres».
El experto animó a experimentar la visita como si se tratara de una «película con historias interconectadas», tanto por las «viñetas cinemáticas» que presentan los cineastas a lo largo del recorrido como por los «ejemplos de estudio» que lucen diseminados en vitrinas y que ofrecen un «análisis de profundidad forense».
La viñeta más grande es la del director Martin Scorsese, un «fotograma congelado» del filme Leave her to Heaven (1945) en el que homenajea al diseñador Charles James imaginando escenas de cine negro con maniquíes que llevan sus elegantes y sinuosos vestidos largos de noche.
Y entre los «ejemplos de estudio», hay piezas históricas como el traje que llevó el presidente George Washington, o dos trajes elaborados por Brooks Brothers, la firma de moda más antigua del país, uno para Abraham Lincoln, de tela rica y hecho a medida, y otro para un esclavo negro, «listo para llevar».
También un vestido de color crema, con rayas negras y flores moradas, que llevó la primera dama Mary Todd Lincoln y se atribuye a Elizabeth Keckley, una modista negra que nació en esclavitud, compró su libertad y ganó importantes clientes gracias a su talento mientras se dedicaba al activismo.
El Met ahonda también en las mujeres que encabezaron el llamado «American Look», entre los años 30 y 50 del siglo pasado, incluyendo a Vera Maxwell, quien diseñó el mono que llevaba «Rosie the Riveter», la protagonista del póster de la Segunda Guerra Mundial que se ha convertido en icono de las trabajadoras.
La inauguración corrió a cargo de la primera dama de Estados Unido, Jill Biden, quien aplaudió el cometido educativo de la institución y abundó en cómo la moda es una forma de expresión, revelando que eligió la flor que lució en la manga la noche del Estado de la Unión en símbolo de apoyo a Ucrania.
Noticia: El Nacional.