Un son veracruzano ha sonado con intensidad bajo la bandera de las 50 estrellas. Gustavo Dudamel, dirigiendo la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, interpretó la noche del domingo al lado de Natalia Lafourcade melodías de México en el Hollywood Bowl. El escenario es habitual para el director de orquesta venezolano, pero la presentación ha sido el debut de la cantante mexicana en un gran escenario en Estados Unidos. El público les ha acogido con entusiasmo y se han puesto de pie para ovacionar las interpretaciones de un programa con alma mexicana, que abarcó boleros, cumbias, sones, rock y pop.
La Filarmónica de Los Ángeles abrió la noche con el Huapango de Juan Pablo Moncayo, una pieza clásica mexicana que dejó claro que el tono de la presentación estaría enfocado en ser un homenaje a la cultura latinoamericana.
Los artistas latinoamericanos emocionaron a los asistentes con las versiones sinfónicas de los temas que Laforcade compuso para sus álbumes Musas y Hasta la raíz. Los arreglos musicales estuvieron a cargo de los músicos Paul Rubinstein y Mario Santos, quienes consiguieron que las canciones de la mexicana tuvieran un tono solemne al lado de la orquesta clásica, pero sin perder su esencia folclórica. La cantante ha dedicado su canción Un derecho de nacimiento a “las personas que luchan por una causa”. “Todavía tenemos mucho que trabajar como humanidad”, dijo entre aplausos.
Para honrar a Dudamel, Lafourcade dedicó Tonada de luna llena al pueblo venezolano, sin profundizar en los problemas políticos y sociales que aquejan al país latinoamericano. El cierre de la noche, que emprendió la mexicana en solitario, fue con una versión acústica de Cucurrucucu en la que demostró la potencia de su voz, y Ya no vivo por vivir de Juan Gabriel, que interpretó en un dueto con el Divo de Juárez antes de su muerte en 2016. La intérprete agradeció la invitación de Gustavo Dudamel y el trabajo de la Filarmónica de Los Ángeles, mientras el público se rindió en aplausos tras una presentación impecable.
Noticia de: El País.