El escritor, periodista, poeta y dramaturgo Mario Benedetti es reconocido internacionalmente por millones de personas que admiran el trabajo literario y poético que realizó el Uruguayo. El 14 de septiembre de 1920 nace tan importante referencia para la poesía y queremos recordarlo hablando de sus más grandes novelas y trabajos poéticos.
Benedetti tuvo una vida de grandes experiencias literarias y una de ellas fue dirigiendo la revista Marginalia, en la que publicó el volumen de ensayos Peripecia y novela. Luego se convierte en miembro del consejo de redacción en Número, una de las revistas más influyentes para 1950. Sin embargo, el escritor mostró su interés por la política y en 1971 fundó en 1971 el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, una agrupación que pasó a formar parte de la coalición de izquierdas Frente Amplio desde sus orígenes.
Publica Crónica del 71, compuesto en su mayoría de editoriales políticos publicados en el semanario Marcha, así como de un poema inédito y tres discursos pronunciados durante la campaña del Frente Amplio. Tras el Golpe de Estado en Uruguay de 1973 debe abandonar Uruguay, partiendo al exilio en Buenos Aires, Argentina. Posteriormente se exiliaría en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado, para luego instalarse en Cuba, en el año 1976. Al año siguiente, Benedetti recalaría en Madrid, España. Fueron diez largos años los que vivió alejado de su patria y de su esposa, quien tuvo que permanecer en Uruguay cuidando a las madres de ambos.
El uruguayo incursionó en el género novela con los siguientes títulos: La Tregua, Quién de Nosotros, Gracias por el fuego, El cumpleaños de Juan Ángel, Primavera con una esquina rota, La borra del café y Andamos.
Pero Beneditti no solo escribió novelas, también se desempeñó como poeta y varios de sus trabajos fueron: Hagamos un trato, Viceversa, Táctica y Estrategia, Te Quiero y Lo que Necesito de ti.
¿Quieres leer algo del recordado Mario Benedetti? Entonces deléitate con un extracto de su obra y enamórate de sus palabras.
Mi táctica es quedarme en tu recuerdo, no sé cómo ni sé con qué pretexto, pero quedarme en vos.
Mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros, para que entre los dos no haya telón ni abismos.
Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple.
Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni sé con qué pretexto, por fin me necesites.